PEQUEÑA GUÍA PARA VIVIR LA REPRODUCCIÓN ASISTIDA ETAPA POR ETAPA
En un proceso de reproducción asistida, cada etapa trae su lote de emociones fuertes, noticias buenas como malas, alegría y esperanza como decepción y desesperación… En cada una de estas etapas tenemos que luchar para seguir adelante, para seguir creyendo en nuestro sueño.
En esta lucha valen oro los consejos de personas que han pasado por lo mismo, guerreras infatigables que consiguieron su sueño.
ETAPA 2
LA FASE DE ESTIMULACIÓN
Por fin empieza el proceso – hace tiempo que estabas esperando este momento en que las cosas se hacen más concretas, en que tienes la sensación de acercarte un poquito más a tu objetivo final.
¿Es tu primer proceso de reproducción asistida?
Llevas meses, o años, buscando un embarazo, pero la infertilidad es una nueva realidad que hay que aceptar y digerir: cuesta, pero estás en ello.
Como muchas, puede que experimentes una mezcla de sentimientos contradictorios, desde la excitación y las ganas de avanzar en el proceso, hasta emociones más paralizantes como el miedo a las inyecciones, la incerteza, el estrés, las dudas (¿lo estoy haciendo bien?).
Y también, esta otra contradicción: el proceso es ultra-medicalizado, el equipo médico te ha explicado todos los pasos a seguir, y probablemente hayas hecho 25 preguntas a tu médico en la última visita. Sin embargo, durante los primeros días de estimulación, puede que te sientas sola, e insegura … Hasta la primera visita de control, tienes que gestionar las inyecciones en casa y las dudas te asaltan:
¿Lo estoy haciendo bien?
Queda una gotita en el fondo del frasco, no pasará nada, ¿verdad?
¡No estás sola! Las primeras inyecciones son impresionantes, pero luego te vas acostumbrando y se hacen cada vez más leves…
Ahora me rio pensando en esto, pero ¡la primera inyección fue todo un drama! Me tocaba un domingo, estábamos fuera para la boda de amigos. Pasado el estrés logístico del viaje (tuve que facturar las jeringas, obviamente, y ¡pasé todo el vuelo temblando, por miedo a que me perdieran la maleta!), vino el estrés de la primera inyección. Como quería hacer las inyecciones por la mañana (antes de ir al trabajo), para esta primera inyección no tenía otra opción que poner el reloj a las 7 de la mañana de aquel domingo post-boda. ¡Podéis imaginar lo poco que disfruté de la boda, lo poco que dormí aquella noche, y el estado de estrés en que me levanté! Le pedí a mi marido que me hiciera la inyección porque me daba miedo. Casi 10 años más tarde, aún recuerdo este momento como si fuera ayer: ¡los dos en una habitación de hotel impersonal y triste, él con las manos temblando, yo llorando de los nervios! Luego decidí hacerme las inyecciones yo misma, y acabé siendo toda una experta
OBJETIVOS DE ESTA ETAPA:
1/ VIVIR ESTA FASE DE LA MANERA MÁS SERENA POSIBLE
2/ APRENDER A RELAJARTE ANTES DE LAS INYECCIONES
RECOMENDACIONES:
SIGUE TENIENDO UNA VIDA NORMAL Y ACTIVA
No dejes que el proceso sea el centro de tu vida. Sí, lo sabemos, es más fácil decirlo que hacerlo, y no te vamos a decir que no pienses en ello… Pero si te fuerzas a seguir con un día a día activo, con actividades y distracciones, verás que estas semanas se harán mucho más leves.
Organiza tu tiempo con actividades que te ayudan a desconectar: trabaja, queda con amigo, come o cena con la familia, vete al cine, vete de fin de semana con tu pareja, etc.
Integra las inyecciones en tu rutina diaria, de la manera más natural posible. Tendrán que hacerse a la misma hora cada día: si te ponen nerviosa, busca un momento en función de tu día a día en que estés segura de poder estar tranquila y en casa, sin prisas y sin elementos perturbadores.
Las primeras inyecciones fueron un poco traumáticas. Pero no dejé que cogieran demasiado espacio en mi vida. La que más recuerdo: ¡pincharme en el baño de un restaurante donde cenaba con amigos quien no sabían nada de todo esto!
HAZ EJERCICIO FÍSICO, AUNQUE DE MANERA MODERADA
Quizás, al acercarse la fecha de la punción empieces a sentir un poco de molestias, pero durante toda la fase de estimulación puedes realizar actividades físicas moderadas que te ayuden a relajar el cuerpo y la mente: por ejemplo, caminar 30 minutos al día, practicar yoga, etc. Ciertas posiciones de yoga pueden además estimular los órganos de reproducción y se pueden practicar incluso hasta la implantación y después.
APRENDE A RELAJARTE ANTES DE CADA INYECCIÓN
Las inyecciones se harán un poco más leves cada día, pero es importante relajarse bien antes de pincharte: cuanto más relajada estés, menos dolor y nervios pasarás. En función del tiempo que puedas dedicarle, te proponemos 2 ejercicios:
1- Relajación a través de la respiración: 2-3 minutos
Siéntate cómodamente, y ten preparado y a mano todo lo que necesitas para la inyección.
Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración, inspirando tranquilamente por la nariz. Puedes expirar por la nariz o por la boca, lo que te resulte más cómodo. Durante 1 minuto, no intentes forzar tu respiración, obsérvala. Respira naturalmente, 4 o 5 veces, sin intentar cambiar ni la intensidad ni el ritmo de tu respiración.
Luego, poco a poco, toma el control de tu respiración: hazla más lenta y más profunda, tratando que las inspiraciones y expiraciones duren el mismo tiempo, entre 4 y 5 segundos. Haz esto durante al menos 5 respiraciones (mínimo 1 minuto).
Sientes que tu cuerpo y tu mente se van relajando poco a poco.
Puedes hacerte la inyección: toma una inspiración lenta y profunda, y pínchate durante la expiración.
2- Ejercicio de relajación profunda: de 5 a 10 minutos
Ten preparado mano todo lo que necesitas para la inyección.
Tumbada en la cama y con los ojos cerrados, primero calma tu respiración durante unos segundos.
El ejercicio consiste en relajar poco a poco todo el cuerpo, miembro por miembro, empezando por la cabeza y bajando hasta los pies, con una respiración lenta, relajada y profunda.
Concéntrate en tu cabeza: inspira profundamente, y con cada expiración vas a relajar uno a uno todos los músculos de la cabeza: los músculos de la frente, de los ojos, de las mejillas, de la boca, de la mandíbula, etc. Imagina que con cada expiración un peso agradable invade una zona de tu cabeza después de la otra. Luego dejas que este peso agradable invada tu cabeza entera: déjala caer en la almohada, no la retengas.
Luego haz lo mismo con el resto del cuerpo, miembro por miembro, bajando hasta los pies. Con cada expiración relajas una nueva parte de tu cuerpo: el cuello, los hombros, los brazos, las manos, el pecho, el abdomen, los muslos, las piernas y los pies.
Cuando acabas, visualiza y toma consciencia de todo tu cuerpo, tumbado en la cama, relajado. Todavía tienes los ojos cerrados.
Toma unos segundos antes de «volver a la realidad»: empieza a moverte lentamente y suavemente, empezando por las extremidades y luego el cuerpo entero. Puedes estirarte, como si te despertaras de un sueño largo y profundo. Abres los ojos al último momento.
VIVE EL PROCESO ETAPA POR ETAPA
Un proceso de reproducción asistida es largo, cada etapa es distinta y trae su lote de emociones fuertes, de espera. Intenta concentrarte en la etapa que estás viviendo, sin proyectarte en la siguiente, sin adelantarte demasiado.
NO TENGAS VERGÜENZA EN PEDIR AYUDA A PROFESIONALES
Muchas son las personas que tienen miedo a las agujas. Si es tu caso, ¿por qué no contratar a una enfermera para que te haga las inyecciones cada día?
De la misma manera, si te sientes nerviosa y ansiosa, un apoyo profesional te puede ayudar a relajarte y a vivir mejor las emociones del proceso:
A nivel emocional y psicológico: un coach o un psicólogo pueden ser de gran ayuda.
A nivel físico: se ha demostrado que las terapias naturales ayudan en la gestión de las emociones, y pueden optimizar los tratamientos de fertilidad y mejorar los resultados. Acupuntura, osteopatía u otras disciplinas: no hay una receta única y cada persona es diferente, desde la asociación She Oak te podemos asesorar en esto, ¡no dudes en pedirnos información al respecto!
CUIDA LA PAREJA
La infertilidad, demasiadas veces, acaba definiendo la relación entre la pareja: se infiltra entre los dos
Si estás en pareja, este es un proceso de dos: aunque el tratamiento lo estás recibiendo tú, es importante que viváis el proceso juntos, como pareja y futuros padres. También es fundamental que comuniquéis mucho, que no guardéis para vosotros ninguna frustración, ningún rancor, ninguna emoción; que no os echéis la culpa uno al otro (la infertilidad no es la culpa de nadie, es una realidad que ambos evitarían si lo pudieran).
Por último, es fundamental que sigáis teniendo una vida de pareja, independientemente de los tratamientos: salir a cenar los dos (evitando hablar del tema bebé por una noche), iros de vacaciones o de fin de semana romántico, cuidaros y mimaros el uno al otro, seguir teniendo una actividad sexual fuera de los tratamientos.
No dejéis que la fertilidad os aleje: al contrario, tenéis que unir vuestras fuerzas para luchar juntos.
RECORDATORIO DE LOS CONSEJOS DE LA PRIMERA FASE:
(ver “Guía práctica de la reproducción asistida, Etapa 1 = la preparación”)
No niegues tus emociones
Identifícalas, acéptalas, no tengas vergüenza.
Comunica
¡Ábrete a los demás! Exteriorizar tus penas y tus miedos ayuda a enfrentarlos.
Busca la experiencia
No estás sola en este caso: habla con personas que pasan / pasaron por lo mismo.
Recurre a profesionales
No tengas vergüenza: un coach o un psicólogo te pueden apoyar mucho.
Cuida tu cuerpo
Deporte suave, masaje, SPA entre amigas… ¡Todo vale para mimarte!
Terapias naturales
Cuanto más pronto empieces, más efectivo será: acupuntura, osteopatía, etc.
En todo caso, ¡no dudes en contactar con nosotros!
Estaremos encantados de ayudarte a definir e implementar
las acciones que funcionan para tí.